Casi al mismo tiempo
que recibí mi material discográfico
acepté la relación con Christian, empezó a acompañarme a todas partes y
Antonio, al vernos ya como pareja fue manteniendo cierta distancia, me sentía
extraña sin él a mi lado, pero como dijo alguien alguna vez, “En el corazón no se manda” y menos en el mío
que es el más testarudo del mundo.
Christian era absolutamente dulce, romántico,
divertido, haciéndome reír a cada segundo…Así sucedía esa noche mientras
planeábamos la presentación de mi grabación a los medios, su buen humor
aminoraba mi cansancio pues habíamos estado viendo posibles lugares pero sin
decidirnos por ninguno.
-Casémonos…-La
propuesta de Christian me sacó abruptamente de mis pensamientos y más que eso,
me impactó.
-Pero…apenas estamos
conociéndonos.
-Y ¿Acaso no me amas
ya?
-Ssi…pero
-Quiero que seas mi esposa y dedicar cada segundo de mi vida a hacerte feliz.
Piénsalo.
-Está bien, lo
pensaré
-Pero solo 5 minutos
en lo que recogemos esto y nos vamos a cenar-Agregó soltando una carcajada-Mientras
recogíamos las libretas y revistas de la mesa de recepción del salón que
acabábamos de ver.
-Es una locura.
-Así es el amor mi
vida-Y entonces me besó, tierna, apasionadamente, dándome solo una probada de
la gloria que me esperaba.
Entonces le dije:
-Es que…en este
momento, no podría cargar con el evento de una boda...Con mi producción y
empezando mi carrera.
-Entonces vivamos
juntos,sólo de momento, porque nos casaremos,Esto es para siempre mi amor.
Eso fue un viernes, el sábado en casa de
mis padres me preguntaba cómo podría decirles…”Me voy a vivir con Christian”
Cuando apenas y lo conocían. Mi padre no aceptaba que no nos casáramos “Como
debía de ser”, se había exaltado, me preocupaba su salud así que me
acerqué a él hablándole con suavidad.
-Papito de mi alma,
soy yo quien no quiere casarse, aún.
Mi viejo
me adoraba y como siempre aceptó mi decisión.
El siguiente fin de semana, totalmente
ilusionada, me mudé a casa de Christian. Al llegar, mientras él me abría la
puerta emocionado, yo le entregaba mi
todo…mi amor, mi vida y mi naciente carrera artística.
Despertar al lado de ese Christian era un
sueño…Un dulce sueño enmielado…me llevaba el desayuno a la cama y yo me
preguntaba donde había estado escondido ese hombre tan maravilloso,sentí la
calidez con que mi corazón se derretía por él, dulce y apasionadamente.
Pero ¿sabes? No sé si te ha pasado que después de haber sufrido una gran
pérdida y llega tanta felicidad temes, que en cualquier momento, la vida
termine arrebatándote eso que siempre anhelaste tener.
Esos días y esas noches hubo dicha pero
también muchas dudas, fuertes
presentimientos, envueltos en mis suaves sabanas.
Aquella tarde, al reunirme con Irasema,
estaba llena de nerviosismo, temor, no sabía cómo terminaría la reunión o mejor
dicho, cómo terminaría nuestra amistad. Cuando le dije que me había ido a vivir
con Christian casi se infarta y sus hermosos ojos rasgados se engrandecieron…
-¿Queee? Y ¿Cómo
sucedió eso?
-Me lo propuso, lo
amo y acepté.
-¿Sabes que me
molesta? Ver que estás hundiéndote en el pantano, que te lo he dicho, que ese
hombre te hará muy infeliz y aun así decides continuar.
Me preguntaba, como haría para conservar
el amor y a la vez la amistad con mi mejor amiga. La voz acalorada de Irasema
me traía al presente y me llenaba de inquietud, me sentía entre la espada y la pared.
Me sentía en una situación desesperada.
-Quizás estás
predispuesta-Le hablaba suavemente, trataba de alguna manera de no herirla-Tal
vez estés…celosa
-Parece que estás
sorda a mis palabras María del Socorro Duarte. No sé porque no viene mi amiga
muerte y nos lleva a las dos, así no sufriríamos nunca más.
Y aunque estaba molesta me hizo reír,
pero aún estaban cosas por venir…Olvidándonos un poco de mi nueva vida,
empezamos a hablar sobre mi presentación,
“Presentimiento”, la obra sería un
recital y posteriormente conferencia de
prensa, se contaría con un mínimo de trecientos invitados y una pequeña
área VIP (gente muy importante) cuando
Irasema leyó los nombres de los invitados especiales enmudeció, Pero solo por
segundos.
-¿No invitaste a
Lilí?
-No
-¿Ni a Antonio?
-No
-María del Socorro
Duarte, ¿Por qué?
-Pues a Lilí la
verdad decidí no invitarla porque últimamente no la he visto muy entusiasmada.
-Decidiste o
decidieron no invitarlos-Me interrumpió, se refería a Christian lógicamente.
-De no invitar a
Lilí, lo decidí yo, de Antonio, Christian me lo pidió, no quiere verlo ahí. Y
la verdad tiene razón, ya no quiero sentirme presionada. O que siga alimentando
falsas esperanzas.
-Pero Melinna, tu
sabes que Antonio fue nuestro encuentro con la poesía, por él conocimos a Lilí,
gracias a ellos estas realizando tu sueño.
-Bueno, en realidad,
la producción discográfica y de mi recital es totalmente mía.
-No puedes hablar en
serio.- Irasema estaba furiosa. Como nunca la había visto-¿Qué está pasando
contigo? Tú no eres así… ¿Crees en los
presentimientos?
-Sabes que si
-Pues tengo el
presentimiento de que con Christian a tu lado serás muy infeliz.
-¡Pues déjame ser
infeliz...!! Si así sucede, tendré tu
hombro para llorar, pero tal vez te equivoques.
-Nada de lo que te
diga te hará reconsiderar tus decisiones
-Me temo que no
amiga.-Y con un nudo cerrando mi garganta continué-Sé que muchas decisiones que
estoy tomando no te agradan,como tampoco, que me haya enamorado de Christian.
Quizás sientas o creas que estoy errada, pero amiga…Por primera vez en mi vida
me siento plena y feliz…no me juzgues…por favor
Entonces me dijo:
-Tienes razón y
bueno, tenemos un recital que organizar-Entonces se sonrió…liberando mi
tensión, de pronto y para mi fortuna
volvíamos a ser las de antes, reíamos y tomábamos nota registrando cada
detalle, queríamos hacer de
“Presentimiento” la obra más importante del momento.
Nadie se une o se casa porque desee fracasar,sólo es esa añoranza por amar,por vivir la ansiada libertad que no te da el alma en soledad.Amamos,nunca imaginamos que podremos perder,nos dejamos llevar por el amor y el velo que nos ofrece en brazos de un dulce placer.El corazón nunca mide sus pasos,sigue de manera hipnótica esa magia que promete para ti la ansiada felicidad.