A la memoria de mi madre
Sé que hablo
poco de mi madre, es porque al hacerlo me recuerda su sufrimiento y ése miedo
que siempre tenía de perderme.
Según mi madre,
seres malignos no deseaban mi nacimiento.
La noche en que
mamá rompió aguas llovía torrencialmente en el rancho. La partera* hizo todo lo
que pudo pero no había manera de que mi madre diera a luz, así que mi abuelo la
trasladó hasta el hospital del pueblo.
Cuando llegaron
a la clínica mi madre lloraba desconsolada, había perdido toda esperanza de que
yo naciera. Entonces, en medio de una estela luminosa, de una esquina de la
habitación descendió una virgen con un niño en brazos y le dijo:
"Abre tus ojos, no temas, tu hija
nacerá".
Antes de regresar al rancho mi abuelo y mi
madre fueron a la iglesia y al describirle al sacerdote su visión éste les dijo
que se trataba de la Virgen del Perpetuo Socorro. Mamá y el abuelo en
agradecimiento al milagro que la virgen les había concedido con mi nacimiento
decidieron ponerme por nombre María del Socorro. En honor a la Virgen del mismo
nombre.
A partir de esa
visión mamá sintió más allá que cualquier otra madre, que su hija era especial.
Un tiempo después ocurriría otro episodio más en torno a su pequeña María.
Cuando yo tenía
6 meses mamá salió un momento al patio de la casa y al regresar vio cómo un ser
que no pisaba el suelo estaba inclinado sobre mí, a punto de llevarme, vestía
de negro con un sombrero y capa negra. No tenía rostro, tan solo unos ojos
rojizos que la miraban fijamente, entonces mi madre gritó pidiendo ayuda y el
hechicero, ser o demonio salió huyendo, brincando sobre los techos de las
casas. Los vecinos habían acudido asustados a auxiliarla y enseguida empezaron
a buscarlo pero había desaparecido. Un compadre y amigos de mi madre
atestiguaron lo ocurrido. Después de aquello mamá decidió dejar la Ciudad y
volver al rancho, ahí me dejaba al cuidado de la abuela, se sentía más segura conmigo
en el rancho de su madre que en una
ciudad que apenas nacía pero atemorizaba su tranquilidad.
Mamá cuidaba de mí
de manera exagerada, después con la llegada de mi padre adoptivo, al paso del
tiempo nacieron mis hermanos y mi
pequeña hermana y los sucesos que solían
rodearme desaparecieron.
Muchas personas
desconocen o ignoran lo incontrolable que puede ser la fuerza del mal. Pero
créelo o no, día a día el bien y el mal están emprendiendo una batalla campal…
¿Qué podemos hacer para protegernos? Mi mayor y única esperanza son los niños,
creo que debemos sembrar en ellos la fe, la creencia en lo mágico y lo divino
porque del otro lado del mar hay quienes están sembrando en ellos la semilla
del mal.
¿Será por ello que
promuevo insistentemente la fe? Tal vez
Hoy mi madre ha partido.
Ella cuidó de mí más allá de lo divino. Y
este inmenso dolor es indescriptible…
Siento un gran vacío en mi
alma, siento que algo me falta.
Fui forjada en las entrañas del dolor y la orfandad pero criada con la fuerza del gran amor de mis padre,no debería de caer,no debería de flaquear,sin embargo,al verla perdida,mi alma fue consumida por el dolor,no sabía hacia donde ir o qué hacer,mi guía,mi fuerza,la guerrera que impulsaba mis días se había ido...Y yo deseaba irme también a donde quiera que ella o su alma se fueran deseaba irme con ella.
Le pedí al cielo
morir, entonces, recordé llena de impotencia que eso no podía ser, porque ella misma me
había dado su báculo, me había dejado su trono, me había dejado sus últimos
deseos, me había dejado… a cargo. Y no cumplir con ello significaba haberla
defraudado y no, no haría eso… No podía abandonar su legado.
Entonces,
llena de dolor, me refugié en su amor y pude, con el alma partida, extendiendo los
brazos gritar al cielo:
“Dios te bendiga madre, nunca te olvidaré...!!!”
Mientras el féretro iba bajando una decena de sobrinitos se acercaron
con rosas y flores en sus manos, uno a uno fueron arrojándolas como una ofrenda
de despedida, los niños tienen una manera muy bella de ver el dolor… Alguien
murmuró… ”Son nuestra descendencia”
Y no pude
evitar ver varias pequeñas Marías sonriendo tímidamente mientras le daban un
Hasta siempre a su tía abuela Nanaté.
Aún vivo mi
duelo, aún lloro por ella… Ayer, al recoger las fotografías que ella conservaba
de mi me pregunté qué haría ahora sin ella… Aún me quema la pena, si, mientras
manejo hablo con ella y quizás si alguien me ve pensará que he enloquecido… Quizás
eso ha sucedido, pero sólo aquel que a alguien ha perdido comprenderá mi dolor… Y yo
confío en que el tiempo me devolverá la alegría, el entusiasmo que se llevó
ella en su partida. Estaré bien. Soy su hija.
¡Dios te bendiga madre...Nunca te olvidaré...!!!
"Si tienes una madre todavía,
da gracias al Señor que te ama tanto,
que no todo mortal contar podría,
dicha tan grande ni placer tan santo."
Heinrich Newman
GLOSARIO
*Partera:Mujer que,sin estudios o titulación médica ayuda o asiste a una parturienta(Mujer que está de parto)