Sabes?
Siempre hay alguien, ésa persona que está ahí de manera esperanzada, con
la ilusión de conquistarte. Yo lo tuve, era un hombre sencillamente adorable.
Me había enamorado la forma tierna en que me sonreía, esa mirada que me hacía sentir
la dueña del mundo. En poco tiempo había
conquistado también el matriarcado de mi familia porque mi madre y mis tías lo adoraban. Me visitaba con permiso de mi
madre tres días a la semana. Recuerdo que cuando era día de su visita mi madre
desde muy temprano barría y regaba los patios para que cuando llegara estuviera
fresco y limpio, él a su vez, antes que estar conmigo llegaba ofreciendo su ayuda,
no permitía que mi madre levantase ni una hoja y después de atender los
pendientes de la casa se sentaba junto a mí, a contemplarme…umm….demasiado apuesto,
demasiado bello. Podía estar conmigo de 8 a 10 de la noche, pero yo deseaba más,
en ocasiones cuando me daba el beso de despedida yo le respondía con toda mi pasión,
tramposamente quería que se quedara más tiempo, pero, él lanzaba un gran
suspiro y me decía “siempre me llevas a la gloria…pero prometí a tu madre que
te respetaría” y dándome un tierno beso se despedía. Pero yo quería más,
ansiaba que alguna noche me llevara a caminar simple y sencillamente por desafiar las reglas
y darle un impulso loco a nuestro amor. Lógicamente una tarde terminé con él. Cuando con su mirada triste me preguntó
“Por qué?” aún no inventaban la frase de
NO ERES TU,SOY YO así que contesté con una respuesta patentada por décadas en
las mujeres de mi familia: “No lo sé”. En ese instante me dijo
“No comparto tu decisión, pero respetaré tu libertad…” mientras en mi mente le
gritaba TOMAME POR LOS HOMBROS Y EXIGEME UNA RESPUESTA Y DIME QUE PELEARÁS POR
NUESTRO AMOR. Pero después de eso se alejó, a medio camino regresó y mi corazón
palpitaba frenéticamente de alegría, entonces el sacó de su bolsillo un pequeño
estuche y lo puso en mis manos mientras me decía “Lo compré para ti, nadie más
podría usarlo”…era un anillo delicado, algo que sólo él podía entregar…cuando recuperé el aliento,
él ya no estaba, se había ido.
DEMASIADO BELLO
Demasiado apuesto, era
refugio de la brisa mañanera,
vivía floreciendo en mis ensueños
formando con sus besos mis recuerdos.
Me preguntaba a solas…
¿Por qué no puede amarme hasta el delirio
y volcar su dulzura en mis deseos?
¿Será posible amar con desvarío
sabiéndolo tan solo un dulce sueño?
Demasiado bello, era
de presencia amorosa y altanera
evocaba su imagen y el deseo,
formaba en mí su apasionado reino.
De pronto, la razón plasmó su canto
escapó lentamente el sentimiento,
de aquél joven habrá en este recuerdo
pinceladas de miel en algún verso.
Muy hermoso, la escritura es tu arte. :-)
ResponderEliminarGracias dulce Emily,el amor contigo
EliminarQue triste, Maria Del Socorro. Será que a tristeza é mexicana? Se for, a felicidade e a alegria de viver também são. Beijos.
ResponderEliminarHola cielo, si hay momentos tristes, pero siempre debemos avanzar...Besitos querido Eugenio, gracias por ESTAR...!!!
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