Después de dos días internada, el dolor en mi cintura había cedido gracias al medicamento que religiosamente me suministraban, pero aún continuaba sin mover las piernas, en las pruebas diagnósticas no aparecía ninguna causa física…Así que fui dada de alta, el doctor hablaba con frialdad, como si se tratara de un resfriado, ya sabes, hay médicos así.
-Todo indica que el problema está aquí-continuó el Doctor
tocándose la sien. Te mandaré a psicoterapia, es lo único que podemos hacer.
-Y ¿Qué sucederá conmigo? ¿Qué será de mí? No podré trabajar.
-María, se te dará una incapacidad mientras logras
recuperarte, físicamente estas bien ¡No hay nada que te impida caminar…!! ¿Has
vivido los últimos meses con mucha carga de estrés…? “años” Pensé…Ese pensamiento quedó en mi
mente, cuando me di cuenta el Doctor entregaba
a mi hermano algunas recetas médicas para perderse después en el
pasillo.
Al llegar a casa,
mientras mi hermano José Luís me acomodaba en mi recamara recordé a mi padre.
-Hermano, creo que es momento de decirle a mamá lo que está
ocurriendo, necesitaré de ella para que me cubra y papá no se entere de lo que
estoy pasando. Por favor, anda con ella, sin preocuparla y la traes a conmigo.
Mi hermano, tan cariñoso y fiel como siempre antes de irse me
dijo:
-Te llevaré a la mejor clínica hermana, veremos otras
opiniones, no desesperes.
Christian había cambiado mucho su trato
para conmigo, se mostraba dulce y solícito. Parecía que el hombre del que me
había enamorado había regresado y ese día estaba en la puerta trayendo consigo
una charola con el desayuno. Recordé en el pasado cuando después de que hacíamos el
amor saltaba de la cama para prepararme algo de comer. Había sido todo tan
romántico, no quise levantar la mirada al verlo llegar porque tenía miedo de
ver en sus ojos un destello de lastima. Fue él quien se sentó a mi lado para
acompañarme.
-Recuerdo cuando te viniste a vivir conmigo, no quería dejar
de hacerte el amor, no podía creer que me hubieras elegido a mi…Cuando Antonio
tenía tanto tiempo pidiéndote una oportunidad.
No le contesté…Empecé
a comer, aunque la comida se veía rica en mis labios había un agrio sabor.
- ¿Recuerdas el Cinema Curto? No, no creo, te llevo 8 años…Yo
tenía 16…En ese entonces tú tendrías apenas 8 años. Bueno pues era un Cinema
para películas de adultos, ya sabes como soy, me hice amigo del taquillero y me
dejaba entrar…Cuando veía esas mujeres tan ardientes con esos cuerpos tan
hermosos en mi mente soñaba con encontrar una mujer así y aquél verano, cuando
te conocí supe que eras tú, por eso no podía dejarte ir. Eres tan ardiente,
romántica y ese cuerpo.
Entonces comenté, al mismo tiempo que me arrepentía de haber
hablado.
-Pero hay cosas de mi forma de ser que no te gustan.
Dicen que el
silencio dice más que mil palabras y en esos momentos lo comprobé, aunque traté
de salvar el momento con la poca dignidad que me quedaba.
-No te preocupes a mí también hay cosas de ti que no me
agradan.
-Perdóname mi amor, debes tener tranquilidad y mira cómo te
pongo…saldré un momento-Y se marchó. Aunque ya hacía mucho tiempo que nuestras
almas se habían despedido.
Mi madre llegó
al día siguiente, ¿sabes? Ella siempre fue muy dura conmigo, pero nunca la
juzgué, la amo, siempre la amaré, fue abandonada por el único hombre que amó
dejándola embarazada, a su suerte, señalada por sus hermanos como una mala
esposa que encima no había sabido “elegir” un buen marido. No, jamás la
juzgaría…ese día no llegó consolándome, tampoco lloramos juntas tomadas de la
mano, simplemente se paró frente a mí y me dijo:
ESTO QUE TIENES
PASARÁ.COMO PASA TODO EN LA VIDA…Y DIOS SABE PORQUÉ.
Después de eso se
puso a limpiar como si nada estuviera ocurriéndome. Si, así era mi madre.
Diariamente iba a conmigo, para ayudarme a bañar y mantener limpia la casa.
Al décimo día
recibí la visita de una amiga, la hermana Río, una amiga muy entrañable que
había conocido hacía tiempo mientras daba pláticas bíblicas en el Santuario del
pueblo. Hizo una oración por mi sanación y después, antes de marcharse me dijo:
“Necesitas olvidar, escribe, lo que tú quieras, pero escribe,
tú coraje, tú dolor, tú eres la única que puede sanarte…escribe…eso te ayudará,
hazlo.”
Sin embargo, yo
ya me había derrotado, me rehusaba a usar la silla de ruedas, a solas, a
escondidas de mi madre lloraba y tenía pequeñas pero profundas crisis de
desolación.
Al día siguiente de
la visita de la hermana Río mi madre llegó directamente a mi cama y empezó a
hablar.
-Creo que ya es momento de que despiertes hija.
-No comprendo
-Lo entenderás…
¿Recuerdas a Natalia, tú compañera de estudio? Hubo un concurso de
poesía, tú le diste la idea, le ayudaste a escribirlo, le dijiste como
vestir…ella nunca te dio el crédito, te robó tu poema...En ese concurso Natalia
ganó el primer lugar tú en cambio nada…Nunca se lo reprochaste, pero ese día
llegaste a casa llorando, dolida. Entonces te dije DIOS SABE PORQUÉ…No lo
comprendiste, hasta tiempo después cuando ella falleció trágicamente, te dije
en aquel momento, “ella te robo un triunfo, pero esa felicidad al ganar ese
trofeo fue lo único que se llevó, en cambio, tú estás aquí, viva, has sido
premiada con menciones honorificas por tus poemas, has dado tus
recitales…” Ahora te digo lo mismo, si
no puedes caminar DIOS SABE PORQUE, no me mires así, ahorita no lo comprenderás
sino después.
-La hermana Río me dijo que escribiera
-Pues hazlo, esa mujer es un ángel, sabe porque te lo dice-y
diciendo esto mi madre corrió a por mí poemario y lo puso sobre mis piernas.
Lo abrí, pero de pronto a mi mente llegaron tantos recuerdos
de desamor.
-Que sucede hija?
-No puedo mamá…nunca más escribiré sobre el amor. Nunca más.
De pronto en medio
de esos recuerdos, de esa oscuridad, llegaron a mi mente los rostros de mis
pequeños alumnos, sonrientes, sus risas frescas como el canto de las aves y me
llegó una pequeña idea. Cuentos. Escribiría cuentos.
-Mamá necesito papel, lápices, mantas…en el estudio tengo
hojas blancas. ¿Podrías traerme eso madre?
-Si hija, claro.
Movida por una
gran inspiración empecé a recordar mi infancia en el rancho, al lado de mi
abuela, corriendo entre los algodonales, trepando a los árboles para ver los
nidos de las aves…y a mi mente llegó la idea…Si, llegó…ese personaje, un
hermoso pajarito azul, de brillante plumaje. Poco a poco lo fui plasmando en
hojas y después en lienzos…Escribía mucho…cuentos, libros de apoyo…poemas
infantiles…comía muy poco, porque no quería perder el tiempo, escribía con
pasión cada idea que llegaba a mi mente… fueron días colmados de iluminación.
Después de ese suceso, ocurrió el milagro.
Empecé a mover poco a poco mis pies, paso a paso…Había algo de dolor, pero una
fe inusitada me invadía. No sólo fueron mis piernas las que despertaron de ese
adormecimiento, sino mi alma, que en una bella alegoría extendía sus alas
devolviéndome el amor a la vida.
Cuando te enamoras
nunca sabes hasta donde pueda llevarte ese amor, deshojas tu corazón, capa a capa
y cuando el amor es correspondido llena de resplandor el alma, te sientes plena, puedes encarar al mundo, estás... enamorada,pero no siempre
es así, a veces, ese amor te deja varada, vulnerable, frágil, naufragando en la nada.
Dicen que la fe
mueve montañas..? yo digo que la fe fortalece el alma.
El nombre verdadero de la hermana Río no puedo revelarlo por respeto a su vida y a la orden religiosa a la que pertenece.
Poco se puede decir, de una tragedia surge una profesión, de una convalecencia surge una idea que lleva el bien a pequeños de tu entorno. Besitos desde Bilbao.
ResponderEliminarHola querido Manu,increíble verdad? Que de un momento tan oscuro surgiera algo tan bello como son los cuentos y todo lo que hasta hoy me inspiran los niños...Pero así es, a veces, del más grande dolor puede surgir tu mejor poema o canción,no debería ser así,pero a veces, hay a quienes la vida nos lleva por ahí...Muchas gracias por llegar a nuestra cita.....Un gran abrazo y miles de besitos mi chico de Bilbao...!!!
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Hola María, tengo un amigo también mexicano que dice que escribir es como respirar. Y en realidad eso es lo que te pasó a ti y en buena medida te sigue pasando. En aquel momento te sirvió para superar un duelo amoroso, que es un duelo tan doloroso como el de una pérdida física real y en estos momentos, te sigue sirviendo para dar luz a estos textos tan personales, que desde luego te hacen una persona muy genuina. Para mi la fe es la ilusión por crear y cumplir un propósito o un proyecto, en definitiva tener una ilusión ya sea amorosa, artística o de cualquier otro orden, es lo que da sentido a la vida.
ResponderEliminarUn beso y muy feliz día.
Hola querido Miguel,tu amigo tiene razón,escribir es como respirar,la primera vez que escribí un relato, no me percaté que desnudaba mi vida sin embargo fue una catarsis, ahora que ha pasado el tiempo puedo recordar todo, pero sin aquel dolor de cuando lo escribí por primera vez...La fe en mi cobra un papel determinante en todo lo que hago y por donde me conduzco y como bien dices,siempre parte de una ilusión...Miles de gracias por acudir a nuestra cita y por darle ese cálido brillo a mis Presentimientos con la fuerza indeleble de tu firma y presencia...Miles de besos y feliz noche por allá...!!!
Eliminar👾😘👾😘👾
Hermanita, qué puedo decirte? Es la historia más bella que he leído y lo es porque es real, es tuya y es un fragmento de tu corazón. Sabes? Siempre recuerdo esos momentos de tanta preparación y sueños para sacar adelante tu carrera como cantante y a pesar de no haber concluido como deseabas, solo te diré que toda canción es un poema y tus versos y letras componiendo historias tan mágicas y maravillosas son bellas melodías que contemplo y disfruto con mis ojos.
ResponderEliminarTe quiero mucho Maria del Socorro Duarte, eres una mujer muy fuerte, dulce, gentil y valiente.
Dios te bendiga!!!
Hola querida Pia,tienes razón,tuve tanta ilusión con mi carrera de cantante,no pudo ser...como decía mamá,por algo será verdad? Gracias por dejarme ese comentario tan bello que es como una caricia a mis letras...Yo también te quiero mucho hermanita...Besitos miles y que Dios te bendiga hermosaaaaa....!!!
Eliminar😘😘😘🌹🌷🌻👗💄👢👢👜
Hola María,
ResponderEliminarBellísima historia cargada de esperanza y fortaleza. Salir de una situación difícil necesita de muchos apoyos, de muchos consejos pero sobre todo necesita de una gran dosis de amor y de pasión. Amor y pasión por algo que nos haga olvidarnos de nosotros mismos y nos enfoque hacia el lugar donde encontramos la inspiración.
Realmente María, estabas rodeada de amor (hermano, madre, amigas..) todo ese circulo mágico que consigue el milagro de valorarte y volver a escribir. Precioso.
Un gran abrazo linda amiga y feliz semana.
Hola querida Xus...Efectivamente el amor de mi familia me ha llevado hasta donde estoy...Por ello es que nunca me he permitido que sepan si sufro o si lloro,me queda claro que debo cuidar de sus corazones,hubo dolor,pero ya fue...Soy afortunada sin duda alguna...Así como soy afortunada de haberte encontrado mi musa viajera,te mando besitos y un mega abrazo preciosaaaaaa...!!!
Eliminar😘😘😘👧👧👑🌻🌹🌷
Querida María, después de la tragedia..de no poder caminar, de sentir dolor en tu cuerpo aunque el malestar estaba pasando ...no había solución! el doctor no decía alguna solución para sanarte y te decía que todo estaba bien pero nada estaba bien! porque tú no podías caminar ,no podías mover tus piernas
ResponderEliminardespués de toda esa tragedia sucede que empiezas a escribir y te empiezan a salir tantas ideas ..te sentías tan inspirada y yo creo que fue el amor de tu madre que aunque era dura te amaba y de tu hermano ...que de pronto al escribir recordaste cosas hermosas y viste nuevamente una luz en la vida..
en esta hermosa historia demuestras como después de haber caído uno se puede volver a levantar y estar más fuerte que nunca ..besitos hermosa hermanita me encantó tu historia te quiero un montón muak muak
Hola querida Liliana...Como siempre qué fiesta tenerte a mi lado hermanita....Efectivamente mi madre me amaba y mi hermano también...Después de haberme dado de alta me hice más estudios clínicos y parece ser que el nivel de estrés llegó a su máximo nivel y fue esa la causa de que no podía caminar,debido a que era emocional no se veía reflejado en las radiografías,por ello el médico decía que yo no tenía nada,físicamente estaba en lo correcto,me quedó claro que el guardarse tantas cosas,el callar tanto puede llegar a causarte un gran daño,incluso irreversible...Una vez más mi fe y el amor de mi familia me ayudó a levantarme,gracias a Dios este episodio ya no volvió a repetirse...Y espero nunca más suceda...Miles de gracias hermosa,por la fidelidad a mis letras y a mi persona,te quiero un montón,besitos miles...!!!
Eliminar😘😘😘🌻🌹🌷🌼❤️💛💚
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ResponderEliminarHola, Maria del Socorro;
ResponderEliminarComo ve, continúo atrasadíssimo en la lectura de todos los blogs que acompaño, inclusive de su. No sé cuando quedaré actualizado. También, no me preocupo más con eso. Voy enterándome de las novedades en secuencia, en la medida de las posibilidades. Sobre su problema físico aliado al psicológico, que la impidió de caminar... Mi madre decía que nosotros también debemos darnos amor. No podemos vivir solamente para los otros. Tenemos que vivir también para nosotros mismos. Pues llega una hora en que el cuerpo reclama la falta afetiva o emotiva que siente de nosotros. El físico también necesita de nuestros sentimientos, de nuestra atención emocional. Probablemente, fué lo que aconteció a usted, en momento dramático en el cual estaba más preocupada con otras personas a su vuelta. La solución de la escritura, dada por amiga, es muy buena. Siempre que nos lanzamos sobre el papel, nuestra alma nos acompaña junto con las nuestras cargas sentimentales y emocionales. Sí, escribir es siempre la mejor terapia, incluso cuando no tenemos gana de escribir.
Besos, abrazos, saludos y espero verla mejor en el capítulo 8.