💖Sin armadura💖

  

     Te he hablado de amor, de desamor, de pasiones e ilusiones, de mi padre...y de mi madre.

Pero también hay otras cosas que me aquejan. Como la indiferencia, la frialdad de ésos corazones glaciales que van por el mundo repartiendo de sus males. Lo que duele recibir el dolor, la traición de quien tanto has amado. Si, hay tardes muy intensas, mucho más de lo que piensas... Entonces, cuando eso sucede, pongo tierra de por medio y salgo de casa, a caminar, a manejar, a liberar.     

     Hace unos meses, en una de esas tardes,salí a hacer unas compras a un Autoservicio últimamente ,están proliferando los jóvenes drogadictos a las afueras de esos lugares, mientras los padres les cierran  las puertas la droga y otros vicios los reciben con los brazos abiertos.  

Conocí uno de esos jóvenes, lo veía con cierta reserva pues ciertamente se que  debemos tener cuidado, se veía muy mal, su mirada perdida apenas me veía.

-¿Le limpio el carro madre...? 

Acepté pero al entrar al autoservicio la dependienta me dijo molesta que no le diera dinero.

-Ya no se como deshacerme de ellos, llamo a la patrulla y cuando menos espero ya están aquí de nuevo.     

Yo compré a lo que iba y al salir le di unas monedas al joven que al recibirlas me veia como si se hubiese encontrado un billete de lotería, al ayudarme a abrir la puerta del auto hizo una reverencia para decirme.

-Aquí estoy diario madre mía para limpiarle su carro.

      No le contesté, me distraían tantas cosas en mi mente. Dolores pasados que no se logran quitar del todo ni al paso de los años. 

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    Seguí yendo al autoservicio y el joven me veía ya con más  familiaridad, empecé a detenerme más en su mirada, donde había dolor disfrazado de esperanza. 

    Cierta tarde, decidí ir caminando pues el mercado me queda cerca de casa, era tarde ya, pasaban de las 11 de la noche, de entre las sombras un hombre apareció detrás de mi, sentí miedo, empecé a apurar el paso y  lamenté no haber salido en el auto, el extraño estaba cada vez más cerca de pronto una voz me paró en seco.

-Madre mía, qué andas haciendo a esta hora?

   

En ese momento el extrañó se apartó desapareciéndose en las sombras y a mi ,me volvió el alma al cuerpo.

-Gracias Juan Pablo-Le dije aún asustada.

-De nada madre,aqui ya me conocen, el que te toque me va a conocer, soy como un perro bravo madre, pero fiel.      

  

       Esa noche, de regreso a casa, me vine pensando en ése joven,algo vi diferente en el al resto de los drogadictos pensé en seguir yendo al autoservicio, pues en  ese momento decidí brindarle mi apoyo.  

  

A medida que iba  él me contaba más sobre su vida. Su madre estaba en la cárcel pues su padrastro le había pedido lo acompañara a por una mercancía y resulto que en realidad el tipo estaba robando, la policía llegó en el acto y aunque ella dijo no saber que se trataba de un robo le dieron cárcel por complicidad. También me contó que era el menor de tres hermanos que al ver que había caído en las drogas lo echaron de la casa "Para que aprendas" Le habían dicho.    

   Un tarde al llegar al autoservicio me alarmó no verlo en el estacionamiento, me recriminé por no haberle dado mi número de teléfono por si algún día necesitaba ayuda y muy triste entré a hacer mis compras, cual sería mi sorpresa al verlo sentado en una de las mesas, su rostro amoratado, sostenía un "hot dog" en sus manos, me llené de coraje pensando que seguramente los empleados lo habían golpeado pero él al verme me grito:

-Ven madre mía,Ven...!!!   

La dependienta y demás empleados estaban cabizbajos, entonces me acerqué a con él. 

-¿Qué pasó Juan Pablo...? Dime que no permitiré una injusticia, dime..!!

-Siéntate madre.   

    

Entonces me narró todo lleno de orgullo, habían llegado dos asaltantes, él defendió a la dependienta y se agarró a golpes con los dos, los cuales le ganaban en fuerza y ventaja. 

-Pero soy bravo madre, los agarré con mi cubeta y aguanté madre, aguanté hasta que llegó la policía. Los dueños de aquí me han regalado dos "hot dogs" y una soda y ya me dejarán limpiar los autos, ya no me correrán madre...¿Quieres un hot dog?-reía- ¡Me dieron dos madre...!!!  

   

     Al verlo   con su rostro golpeado y  feliz a la vez, mi ser se estremeció de un agudo dolor y pude ver  en su mirada, como una llamada de auxilio salía desde sus entrañas.    

Fue como si Dios al verme abatida y vencida por mis recuerdos, me hubiera llevado  con este joven para decirme:  

Y ¿TU CREES QUE SUFRES? VEN, TE LLEVARÉ DONDE NACE EL DOLOR.        

   

        El haber conocido a Juan Pablo me hizo ver que no todos los ángeles son de cabellos rubios y rizados, también los hay de cabellos castaños, que no todos los caballeros son de brillante armadura, también los hay de traje gris y mirada taciturna y  nunca se sabe cual de los dos habrá de ser nuestro escudo, en nuestros momentos más oscuros.        

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En México, el consumo de drogas aumentó 47 por ciento en los últimos 7 años entre la población de 12 a 65 años de edad, reveló la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, información que comprende desde el 2016 al 2017.       

       Las cifras de jóvenes prisioneros de las drogas va cada día en aumento. Las estadísticas marcan que el 29 % lo hacen por presión de los amigos, el 19 % buscan evadir la realidad. En otros datos importantes a nivel mundial se ha incrementando la venta de droga vía internet de 200 a 400 por ciento. Familia y sociedad no han prestado atención a esos jóvenes, los ven como "mercancía Fallida"  O los echan a la calle como un castigo porque es mucho más sencillo eso que atenderlos y asumir el compromiso. Porque es más fácil ignorar y fingir que no los hemos visto, seguir impávidos, contemplando tan sólo los paisajes hermosos del camino, sin buscar más allá de lo divino. 

   

     A veces, también el mundo, si, el mundo que me rodea me decepciona, me trae el mal de amor... A veces, siendo una mujer que ama la vida y que me mueve la alegría no puedo evitar caer, hay circunstancias tan injustas que me hacen explotar, llorar y desear abandonar y gritar ¡Que se siga pudriendo el mundo, yo me voy..!!! Pero luego recuerdo a mi padre...Si, él parece nunca abandonarme, recuerdo su vida, que no siempre fue de dicha, él alguna vez sufrió de dolor  y comprendo que si él no se rindió tampoco lo haré yo...Y entonces, me levanto, recojo mi armadura  y digo ¡Mundo aquí estoy...!!!

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