La relación con mi padre fue bella pero no perfecta. Era muy
amoroso pero también muy estricto. Cuidaba de mí en demasía. Hubo un momento en
que eso me molestaba pero hoy comprendo que guio mis pasos de la mejor manera.
A mis
18 años, a punto de egresar de mí formación normalista sentía deseos de salir,
ir a fiestas, bailar… Y un día acordé salir con mi pequeño grupo de amigas.
Recuerdo esa tarde de viernes como si fuera
ayer, nunca antes había salido con mis amigas y menos sin permiso de mi padre,
pero mi ser estaba en completa rebeldía. :DDD
Al caer la noche le llevé un té a papá y
después de desearle las buenas noches y dejarlo dormido me preparé y una hora
más tarde subía al auto de una de mis amigas ¡Libertad...! Ajajajajaja
Esa noche fue
fascinante, el lugar se llamaba STUDIO 54, las luces de discoteca bañaban
nuestros rostros y reíamos llenas de algarabía.
Pero…Si, el
famoso “pero” … al igual que como en un cuento mágico, a las 12 de la noche,
mientras saboreábamos de una bebida un murmullo cada vez más claro se escuchaba
mientras un hombre de sombrero atravesaba la pista de baile y se acercaba a con nosotras
-El papá de María…-Se escuchaba susurrar-El papá de María… El
papá de María…!!! ¿Qué hace aquí…???-Murmuraban mis compañeras
Cuando menos lo esperaba, el hombre de sombrero estaba frente
a mí, sólo me dijo:
-Vámonos
Aún de espaldas
podía sentir las miradas de mis amigas mientras
papá me tomaba de la mano y salíamos del
lugar, yo estaba furiosa y frustrada y muy, muy enojada. ¡Mucho..!!!
-Al menos te hubieras quitado el sombrero…!!!-Le dije
Papá se soltó riendo y respondió
-También quiero divertirme
Al día
siguiente aún estaba molesta con papá, pero jamás, jamás le habría reclamado
nada, nunca, sólo guardaba silencio, mas él tenía una forma muy especial de
contentarme, me seguía con la mirada y empezaba a cantar:
“Eres alta y delgadita
tu hermosura me provoca
mira que nariz que boca
que cuerpo que cinturita
no la cambiaria por otra
aunque fuera más bonita
eres vaso de cristal
que en el mar andas nadando
como no te puedo hablar
por eso me ando rodeando
no seas ingrata mujer
no me hagas andar penando…”
Ay mi padre….
Unas semanas después
papá me llevó a un extenso rancho a las afueras de la Ciudad y me dijo:
No quiero que
pierdas el tiempo en fiestas o novios, voy a lotificar esta parcela, fundaré
una Colonia y Dios mediante fundarás aquí un Jardín de Niños. Y así fue.
El siguiente baile al que asistí, fue
una tardeada, la organicé con ayuda de mi padre y los colonos y a base de ello se obtuvo los recursos económicos para construir mi primera
aula. A mis 19 años estaba dando clases de maestra en un galerón de Madera en
donde atendía 80 niños de 1,2 y 3er grado de Preescolar.
Si, papá supo llevarme por el mejor
camino.
Cuando se habla
de jóvenes desorientados tiende a justificarse la poca atención de los padres
al decir “Es que nadie nace sabiendo ser padre”
pero yo creo que, no se necesita una escuela para comprenderlos, sólo
que a veces nos olvidamos de ellos, pues
estamos sumidos en nuestros propios infiernos. Por muy difícil que sea, debemos
estar al pendiente y su lado, quizás nos odien y seamos los villanos de los
cuentos, pero llegado el momento, sabrán que, estar a su lado a pesar de su
descontento, fue lo mejor que pudimos haber hecho por ellos.
Hola Maria.
ResponderEliminarDemasiados recuerdos ¿Verdad?
Nuestros padres, nuestros anhelos.....
Pero si algo somos en la vida, yo pienso que es gracias a ellos.
Y aunque ellos ya no estén,una parte de ellos permanece en nosotros, vive en nosotros y es que en realidad somos reflejos de sus ricas enseñanzas.
Mi padre era muy duro, pero al final de su vida se le dulcificó el carácter.
Tu padre era un gran hombre que educó a una gran niña, y ahora esa niña transmite los valores heredados a otros jovencitos y jovencitas.
Enternecedor y vibrante relato.
Mil besos dulce Maria.
Hola Miguel...Qué alegría tu visita...Coincido contigo,nuestros padres permanecen en nosotros y tal como ellos nos forjaron en valores debemos hacerlo con nuestras futuras generaciones,me da la impresión de que eres un padre muy dulce :) Gracias por llegar,siempre dejándome una sonrisa al leer tus palabras ¡Abrazos y dulcicimo beso...!!! ¡Hasta allá...!!!
EliminarHola Maria.
ResponderEliminarDemasiados recuerdos ¿Verdad?
Nuestros padres, nuestros anhelos.....
Pero si algo somos en la vida, yo pienso que es gracias a ellos.
Y aunque ellos ya no estén,una parte de ellos permanece en nosotros, vive en nosotros y es que en realidad somos reflejos de sus ricas enseñanzas.
Mi padre era muy duro, pero al final de su vida se le dulcificó el carácter.
Tu padre era un gran hombre que educó a una gran niña, y ahora esa niña transmite los valores heredados a otros jovencitos y jovencitas.
Enternecedor y vibrante relato.
Mil besos dulce Maria.
¡Gracias infinitas Miguel,abracitos...!!! :)
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