Los días de Semana Santa
invariablemente me hacen recordar como se vivían en el rancho de la abuela.
La familia
acostumbraba ir a la playa del Golfo de Santa Clara, no en mi caso pues mi
madre temía me fuera a pasar algo, y yo
fui una niña muy sensible pero no una
que hiciera berrinche sólo porque
sí y mi tía Conchita era algo así como
mi hada madrina, después de mi madre si alguien conocía mis deseos era
ella. Ese día pudo ver mi tristeza cuando veía a todos subirse a
los “Pick up” con toallas, juguetes y
provisiones para su viaje al mar, a mis
primitas y primos riéndose de mí porque me quedaba. Entonces mi tía me tomaba
de la mano y me llevaba adentro alejándome de la algarabía del viaje.
Esos momentos
era mágicos, me llevaba a su cuarto y mientras se arreglaba frente al espejo
comenzaba a contarme historias fantásticas de monstruos marinos... que emergían
llevándose consigo niñas malvadas que en
castigo eran convertidas en maléficas sirenas condenadas a la más oscura
soledad del mar. Luego concluía acariciando mis trenzas con gran dulzura diciéndome:
-Qué bueno que no has ido con ellos mi Coyito*, el mar tiene
muchos peligros, estás más segura aquí, en casa siempre estarás mejor.
La abuela nos había
prestado un cuarto dentro de la enorme casa del rancho para que nos
instaláramos. Eran tiempos en que mi madre procuraba preparar ahí nuestros
alimentos. Era la casa, la sala y recamara en un solo cuarto.
Eran Tiempos en
que cuando mi madre sabía que los tíos o
la abuela iban a ver como estábamos, por consejo de una amiga, horas antes
ponía a coser agua con ajo para que creyeran que acabábamos de comer un rico
caldo.
Tiempos en que me aleccionaba diciéndome…”No pidas nada
a la abuela, ni a nadie” y como te he
dicho antes fui una niña inteligente y
aprendí desde entonces en que hay un lugar en nuestra mente donde podemos
guardar los secretos grandes y pequeños.
La abuela
tenía un rancho lleno de prosperidad, pero donde no se perdonaban los fracasos
y para todos, mi madre había fracasado. No había sabido “escoger“ un buen marido que encima la había dejado con
una hija.
Y quizás te
preguntes Y MARÍA NO TUVO ABUELO? Pues
sí, sí lo tuve, apenas lo recuerdo, recargado en el marco de la puerta de
nuestro cuarto, haciéndome cariños, hablando con mamá. Mi abuelo adoraba a mi
madre,era su escudo protector,delante de él ni los tíos ni nadie se atrevía a ofenderle, pero meses después de mi nacimiento había fallecido debido a una
negligencia médica, entonces mamá supo que realmente ella y yo estábamos solas
en el mundo.
Sin embargo, hubo
una ocasión en que mi madre pudo decidir un destino diferente.
Recuerdo una
tarde en el receso de la Escuela dos hombres se acercaron al cerco llamándome:
-Nena…María…
Yo me acerqué pues al fin niña era muy curiosa.
-María, soy primo hermano
de tu padre, hemos venido de parte de él
Recuerdo que
les respondí:
-No, mi papá murió- Y diciéndoles eso corrí a mi salón.
Cuando mamá
llegó a por mí a la salida, los hombres aún estaban ahí y se acercaron a ella.
-¿Cómo estás Esther…? Eres
muy atractiva, que imbécil fue mi primo al dejarte. Venimos a conocer a
la niña.
-Sí, cinco años después lo han recordado, no los necesitamos
váyanse y déjennos en paz
-Toma, es un cheque…Te ayudará.
Entonces mi
madre tomó el cheque y frente de ellos lo rompió en pedazos y tomándome de la
mano nos alejamos a toda prisa de ahí.
Si, eran tiempos
en que, al caer la noche, triste por el autoritarismo de mi tío soñaba con que
mi padre llegaba y nos rescataba a mamá y a mí, pero, cuando mi madre me dijo
que papá se había ido al cielo, dejé de esperar. No juzgo a mi madre, menos en
estos momentos en que ya no está en este mundo, nunca le pregunté porque me
dijo que mi padre biológico había muerto, de grande era sencillo de comprender,
era mejor decirle a una niña que su padre estaba en el cielo a que nos había
abandonado a nuestra suerte, sin importarle si vivíamos o moríamos.
Esa noticia aunque
triste me hizo fuerte, ya no era María, la hija abandonada por su padre, era la
pequeña María amada por su padre, sólo que el cielo se lo había llevado.
Glosario:
*Coyito,diminutivo de Coyo,de Socorro,una forma cariñosa en que mi tía me hablaba.
Historia muy triste, tenía buenos padres pero yo era el único niño después de mi hermana se casó. Mi lugar favorito era el bosque donde tenía muchos amigos imaginarios, así como muchas criaturas del bosque como amigos. Especialmente este gran cuervo, creo que él me vigiló.
ResponderEliminarBellamente escrito historia. Ojalá pudiéramos haber sido amigos cuando eras un niño. Gracias por compartir esta entrada querida amiga Maria 😊
Hola mi querida Cindy...Creo que fuimos niñas muy fantasiosas y hubiésemos sido las mejores amigas...Pero también creo que hoy es nuestro mejor momento,somos amigas que logran vencer la distancia cada día para desearnos lo mejor...Besitos miles amiga bella...!!! 😘😘😘👩👩
EliminarEra mejor decirle a una niña que su padre estaba en el cielo a que nos había abandonado a nuestra suerte....
ResponderEliminarEsta frase que escribes, es una difícil decisión por parte de una madre, pero a veces supongo que una mentira piadosa es una sabia decisión. Como en la película La vida es bella, en la que el padre hacía todo lo posible para proteger a su hijo, tu madre protegió a un tierno corazón de la mejor manera que pudo. Como siempre María, atento a tus martes de Presentimientos que sin duda son ya una sana y buena costumbre. Besos y gracias por tus relatos.
Hola Miguel,si,sin duda es así...Me pongo en el lugar de mi madre y siento una gran admiración hacia ella pues luchó en un medio adverso dentro de su propia familia...Y mis tías,mis amadas tías fueron ángeles divinos...Estoy feliz de que llegues,muchos llegan pero no todos se quedan...Gracias por QUEDARTE...Mi placer recibir tan buena acogida a mis letras y mayor aún que dejes tu firma indeleble en ellas...Ven acá que ya me emocioné de más y quiero darte un abrazote...!!! 😀😀😀😘😘😘😘👫
EliminarHola Maria,hace muchos años como tu ..llegué a la conclusión ...de que es mejor pensar que los padres están en el cielo a saber qué te abandonaron... ya que en el cielo ..sabes que te quisieron y desde ahí te cuidan con amor.... es mejor pensar así ...triste tu historia pero la forma que tienes de contarla es muy bella saludos ..besitos
ResponderEliminarHola querida Lili...Si,también creo como tú,el corazón de un niño debe protegerse...Gracias por llegar y dejarme tan bellas y dulces palabras..Te quiero mucho mi hermanita en la distancia,besitos miles y un gran abrazo...!!! 😘😘😘👩👩
EliminarEn cada relato me sorprende la tia Conchita en la manera en que manejaba la situación para que Coyito no se sintiera triste, en esta le busco todo lo positivo de quedarse en casa y no viajar como los demás niños.
ResponderEliminarHola Sandra...Qué alegría recibirte en mis Presentimientos...Mi tía Conchita hasta la fecha es una mujer adorable,llena de dulzura y amor...Cada semana me habla por teléfono para saber como me encuentro y vernos es una bendición y un tesoro de bellos e imborrables recuerdos...Sigue siendo muy cariñosa con su Coyito 😊😊😊 Gracias por tu visita linda,besitos y un gran abrazo...!!! 😘😘😘👩👩
EliminarHola María, un relato sensible contado desde la madurez, pero con la ternura no olvidada de los sentimientos de una niña. Para una madre debe ser muy duro ver sufrir a su hija y cualquier cosa que le haga feliz siempre es válida. Tu madre y tu tía Conchita te ayudaron con su amor a ser la mujer que ahora eres, y lo hicieron muy bien.
ResponderEliminarMuchos besitos amiga y feliz semana.
Hola Xus...Gracias por embellecer mis Presentimientos con tu bella y cálida presencia...Si mi madre y mi tía me llenaron de fuerza con su amor...Gracias por dejarme este comentario tan bello hacia mis letras y mi persona...
EliminarTe mando besitos y un gran abrazo,la mejor semana para ti también linduraaaaa....!!!
😘😘😘😘😊😊😊👩👩
Maravillosa entrada llena de sentimientos encantadores que solo tu sabes tocar es musca que llega al alma gracias Maria por compartir estas maravillosas letras aplausos desde el palco un abrazo fuerte feliz semana
ResponderEliminarMaravilloso TÚ mi querido amigo...Siempre fiel a mis letras y Presentimientos....Gracias por llegar....Con toda humildad recibo esos aplausos,besitos ....Y un inmenso abrazo...!!! 😍😍😍
EliminarCreo que tidxs pasamos por etapas de la vida dolorosa. La fragilidad de la vida y la debilidad de los seres humanos para afrontar su compromiso nos lleva a ser más humildes y tener más compresión..
ResponderEliminarHola Isabel...Me hace mucha ilusión recibirte en mis Presentimientos...Efectivamente la sensibilidad nos da la humildad y levantarnos de una caída nos engrandece....Gracias por tu visita,te mando besitos y un mega abrazo,bienvenida linda...!!!😍😍😍 🌺🌻🌹🌷🌼🌸
EliminarEl más triste es saber que Maria estaba cercada de muchas personas y, en esto, cuantos eran de hecho presentes en los cuidados y carinhos tan necesarios a una niña? Sólo la madre y la tía Conchita. En una casa grande, eso amplía aún más la sensación de la soledad. Es una situación que no tiene palabras para describir, la no ser, claro, de la parte de Maria, que consigue narrar los pasajes más dolorosos de su difícil vida de niña de forma bien objetiva y sin travos de amargura. Esta objetividad es una calidad que es sólo poseída por buenos escritores.
ResponderEliminarBeijos e abraços, Maria.
Wuauu....Gracias querido Eugenio...Que comentario más bello me dejas...No tengo palabras para describir la emoción que tengo en estos momentos...Sólo me queda decirte lo mucho que te quiero y...
EliminarMiles de gracias...
Miles de abrazos....
Besitos,nunca pocos,siempre infinitos...!!! 😘😘😘👧👦