En la vida hay ángeles terrenales, señales de Dios o el Universo si quieres llamarlo asÃ, pero todo tiene una razón, sólo que a veces, ignoramos esas señales, quizás cegados por la decepción de un mal amor o el vació de la perdida que nos deja su dolor. Y uno de mis ángeles terrenales ha sido sin duda, la hermana RÃo. Ella es la religiosa más dulce y noble que haya conocido. Fue mi mejor amiga, mi paño de lágrimas cuando no podÃa decir a mis padres que me estaba consumiendo el mal de amor. La hermana RÃo solÃa decir, previendo la incredulidad "Estos hábitos no me hacen ignorante ante el sufrimiento del amor y de la vida". También me hablaba de que la lucha entre el bien y el mal, están latentes en cada dÃa de nuestra vida, a los dÃas de sufrimiento ella los llamaba "Tiempos de prueba".
En ese tiempo yo vivÃa una gran decepción, porque , aunque se dice que nadie muere de amor, yo casi muero. En ese tiempo comprendà que lo único que podÃa ayudarme a salir de mi dolor era la fe en Dios. Me ofrecà a un voluntariado con la hermana RÃo, entre semana era preparada junto con otras mujeres por el sacerdote del Santuario, los fines de semana marchábamos a difundir el mensaje de la sagrada palabra, la colonia donde me tocaba dar la doctrina estaba bastante retirada de casa y decidà que debÃa dar más de mi humildad asà que me iba y regresaba caminando.
Era una Colonia inhóspita, de jóvenes que sólo sabÃan delinquir, de miradas en las que solo se filtraba el dolor, no el de la decepción, sino uno más profundo, el de un alma en caÃda libre hacia a los vicios y su perdición, llenarlos de esperanza al escuchar sus rebeldÃas, saber que se sentÃan comprendidos, hacerles ver que después de todo no es tan mala la vida, alimentaba mi alegrÃa.
Y ¡volvÃ...! Porque el corazón por muy irreparable que parezca, milagrosamente, el corazón vuelve a reconstruirse, a envolverse en cálidos sueños, listo, limpio, dispuesto a volver amar.
Por dos años ininterrumpidos ofrecà mi servicio al santuario y fueron dos años en los que mi fe se fortaleció .En los que me perdone por recriminar a la vida tanto dolor por un amor cuando hay tantas desgracias y sufrimientos mayores a mà alrededor. SÃ, muchas veces creemos el mundo cae sobre nosotros, sólo hasta que vemos a los lados y nos damos cuenta que hay verdadero dolor, más allá del corazón.
La hermana RÃo me enseñó que hay dÃas de grandes pruebas, que el mal se presenta en diferentes formas, sÃ, que el diablo viste a la moda, mayormente hoy cuando hay quienes ya ni siquiera creen en Dios.
La santa hermana tuvo que partir a otra ciudad, es como si todo hubiese estado predestinado, como si Dios hubiese dicho "estás curada, y la hermana RÃo debe continuar curando otros corazones". Y asà fue y asà sucedió.
Cuando mamá falleció, tuve que hacerme cargo de todo. Volvà al santuario para ordenar su misa de cuerpo presente. En la oficina estaba un joven sacerdote, cuando entré, sus ojos se posaron en mi y sacudieron mi alma. Es tan parecido a Jesús. No dejaba de mirarme mientras tomaban mis datos y yo, estaba, como una estatua hasta que la voz de la secretaria me trajo al presente:
-Yo la recuerdo- Me dijo- usted venÃa con la Hermana RÃo.
-Yo la recuerdo- Me dijo- usted venÃa con la Hermana RÃo.
-Si- fue toda mi respuesta. Dejé mis datos y me retiré, al despedirme, la secretaria me dijo:
-DeberÃa de volver- Y el sacerdote me lo pedÃa también en su mirada. Yo, sólo volvà a decir:
-Si, gracias...
Meses después me encontré con una compañera del grupo de la madre RÃo que me dijo:
-Cuando vienes a apoyarnos? te necesito.
-Cuando vienes a apoyarnos? te necesito.
Dos meses después me encontré a otra amiga del Santuario que me dijo:
-DeberÃas regresar, me haces falta.
Tres mensajes y yo nada. Si, la vida y el mundo está lleno de señales.Más, la hermana RÃo también solÃa decirme, todo tiene su tiempo y su momento.
Mi fe es muy fuerte, me aseguro de que los niños en mi familia reciban los santos sacramentos y ninguno de ellos falta a la iglesia y son niños buenos. Yo también asisto y promuevo mi fe en la forma que puedo. Lo que nunca olvidaré es aquellos tiempos de un corazón partido que para sanar, tuve que llevarle al RÃo.
Yo...Como te he dicho antes. No soy una experta en el amor,pero si se gracias a ese lapsus de dolor, que si por amor hoy has caÃdo, veas a tu alrededor que hay en el mundo mucho más dolor, que un corazón partido.
Me reservo el derecho de decir el verdadero nombre de la Hermana RÃo por respeto a su vida y a la congregación a la que pertenece. Actualmente viaja por toda latino américa, la última vez que supe de ella se encontraba en Costa Rica, desde acá, mi amor y mis bendiciones para ella y su santa vida.
Las personas transparente que nadie ve y que están siempre generando el bien no son reconocibles porque ni destacan, nies su objetivo. Ahora bien, cuando llega la ocasión te das cuenta que están a tu lado ayudandote. Otras que estuvieron manifestando su presencia cada segundo de tu vida,desaparecen. Simplemente es la grandeza y la miseria de la humanidad. Saludiños
ResponderEliminarHola querido Joaquin, efectivamente, tanto la grandeza como la flaqueza de la humanidad se hacen presentes en cada momento de nuestra vida...Gracias por llegar y además compartir mis letras en tus espacios, besitos y un abrazo gigante...!!!
EliminarPor lo que escribes en esta entrada sé más o menos lo que te sucedió, conociste a una persona que consiguió sanarte el alma de todo tu dolor. No estabas llamada a pertenecer a ninguna congregación ni nada por el estilo, mientras tu alma estuvo enferma estuviste allÃ, cuando tu alma sanó simplemente te "dejaron marchar", no estabas llamada a ocupar ese sitio. Tú tienes tus momentos/sitios y los demás los suyos, la vida es como un Rio que debemos dejar fluir aunque no entendamos a dónde nos lleva. Lo que cuentas es muy profundo y la vida está llena de esos momentos en los que creemos que tuvimos que estar y no estuvimos y viceversa, en cierta ocasión alguien me contó: <>, todos ocupamos un sitio en este mundo y en él debemos de estar. Esta entrada me ha hecho florecer mi vena mÃstica, la tenÃa un poco apagada pero veo que ahà sigue, como siempre besitos desde Bilbao. Preciosa entrada.
ResponderEliminarHola querido Manu...TenÃa dÃas recordando a la Hermana RÃo, espero y deseo que esté bien porque en estos últimos dÃas la he traÃdo mucho en mi mente...Es parte del motivo de la entrada, que ella nunca la leerá, pero en su alma sabe que la tengo aquÃ, muy cerquitas, en mi corazón...Efectivamente, como bien describes, llegué a un lugar *Un rÃo* donde pude beber de sus aguas y seguir mi camino de regreso a mi desierto pero más fuerte que nunca...Muy verdadera esa frase que me has dejado: "Todos ocupamos un sitio en este mundo y en él debemos de estar"...Gracias por ocupar este sitio a mi lado, en un mundo virtual que a veces me parece o lo siento tan real...Recibidos los besitos y correspondidos desde la calidez de mi desierto.
EliminarLo que me contó fue: "SÃrvase a cada dÃa su afán y cada uno en su labor", no coloquéis <<>>, por lo visto no lo acepta
ResponderEliminarGracias querido, más besitos? :)))
EliminarHola MarÃa, la verdad es que este texto es lo que podrÃamos denominar como un testimonio de fe en su esencia. Desde mi mirada agnóstica, me has despertado una enorme curiosidad ver como evolucionaste desde casi la tragedia hasta la recuperación de ese mal de amores. Me alegro mucho, que encontraras a una persona que te guió y te estimuló en esa transición.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo desde Madrid.
Hola querido Miguel...Si, creo que si, este texto es mi testimonio de fe y es que no se...Añoranza quizás? Pero he echado de menos a la hermana RÃo...Me alegra que aún con tu mirada agnóstica hayas llegado y además comentado, he ahà tu profesionalismo...Miles de gracias, recibido ese abrazo desde tu preciosa ciudad de Madrid, yo, desde mi candente desierto te mando miles de besitos y un abrazo GI- GAN- TE.
EliminarQuerida MarÃa, en los momentos difÃciles es cuando estamos más vulnerables y necesitamos sentir el apoyo incondicional de una persona altruista y llena de amor. La hermana de la congregación te dio la paz necesaria y un sentido para que tu vida volviera a un cauce de paz, para que tus heridas curasen. Pero tu destino no estaba ahà y cada cual tiene un puesto para darse a los demás, tú con tu escuela y los niños haces una labor maravillosa.
ResponderEliminarUn abrazo bien grande hasta tu desierto ;-)) linda amiga.
Hola querida Xus... Tienes mucha razón...La Hermana RÃo me dio esa paz que mi alma necesitaba, sanó mis heridas y me guió en el camino más sólido, más fuerte, de la fe...Y si, también coincido contigo, cada cual tiene un puesto para darse a los demás, la verdad es que soy muy feliz atendiendo mis niños...Es como dices, una muy bella labor...Miles debesitos hermosisisisisima amiga...!!! Y un mega abrazo hasta allá :))
EliminarHola querida MarÃa, la frase final de tu relato me encantó;Un corazón partido que para sanar, tuve que llevarle al RÃo.
ResponderEliminarEso de que el diablo viste a la moda estuvo gracioso jajaja
Cuando era niña y pasaba por situaciones difÃciles mis compañeras del colegio me decÃan son pruebas de la vida que te da Dios pero seguro que cuando seas adulta serás muy feliz
porque ya de niña sufriste demasiado
Después de adulta continue escuchando lo mismo hasta el dÃa de hoy jajaja
Asà que mis creencias han cambiado totalmente, hoy creo en el Dios de Espinoza como Einstein.
Sin embargo me alegro mucho que tú a través de la hermana RÃo hayas fortalecido tu fe en Dios y que atravez de tu fe hayas encontrado tu sanación.
Pienso que cuando uno se entrega para ayudar a los demás es una de las cosas mas bonitas que un ser humano pueda hacer y claro te purifica el alma de todo mal.
Aunque de amor nadie muere en el momento de dolor se siente morir
Luego te fijas a tu alrededor y te das cuenta que hay gente que la pasa peor pero a veces eso no consuela.
Todo tiene su proceso y me alegro mucho de que ya estés mejor. Besitos hermosa hermanita que tengas una feliz semana .Muchos besitos a la distancia
Hola querida Liliana...Me alegra mucho tu llegada y que te haya gustado la lectura...Lo del diablo viste a la moda te causó risa? Ajajajaja...Ya me vino una imagen graciosa a mi también...Ajajaja...
EliminarSé que pasaste situaciones muy duras en tu niñez, también en tu edad adulta pero lo que más me tiene tranquila es saber que hoy en dÃa eres feliz y eres muy amada...Felicidades por ello hermosaaaaaaa...!!! Miles de besitos para ti también mi hermanita celestial, te quelo :)))
Créeme si te digo que se a lo que te refieres cuando hablas de trabajar en en esos luagres en los que la esperanza en el futuro ha huÃda despavorida, allà donde las la decepción es el sentimiento más extendido ... He trabajado en cooperación para el desarrollo en Centroamérica, suramérica y Africa y he podido vivir en primera persona con las penurias de esa gente,... por eso comprendo las sensaciones que relatas tan bien, ... y también entiendo que "todo tiene su momento"
ResponderEliminarHola El Baile del Norte...!!! Por cierto....Yo vivo en el Norte de mi paÃs ;) Gracias por tu visita, parece que hemos vivido situaciones similares y hemos podido estar ahà donde el ser humano toca fondo, por ello creo comprendes tan bien mi relato...Y si, "Todo tiene su momento" Quizás ya sea el momento de acercarnos a nuestros blogs, un gran abrazo y hasta pronto...!!!
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