A pesar de los
fuertes golpes de pérdidas en el pasado, aprendí a mirar hacia adelante.
Aprendí a atesorar en mi corazón
el cariño y apoyo de mis amigas y amigos, a dar a la amistad un
fundamental valor.
Aprendí, que al
consolar a un niño en tus brazos, te
estás dando consuelo tú, porque podía sentir
como sus manitas pequeñas y
traviesas tejían presurosas mis alas
rotas haciéndome sentir, esplendorosa. Y como nunca amé mi trabajo.
Liberado el corazón la
mente tenía tiempo de sobra así que decidí dedicar el máximo de mis horas libres a mis cuentos, necesitaba
un lugar para empezar a trabajar mis
investigaciones educativas, así que después de todo pude comprarme una pequeña
casa que serviría de estudio-taller-oficina y recamara J
Empecé a reunir un pequeño grupo de niños
para trabajar mis investigaciones, poco
apoco se iría consolidando lo que hoy llamo los niños vocacionales.
Ésa mañana, decidí
llevar a Daniela y Sofía, hermanas de 4 y 5 años a conocer lo que sería nuestra
escuelita. Llevaba una gran canasta de comida y por supuesto las golosinas muy
importantes para la ocasión. Daniela es la más pequeña del grupo, pero tan
inteligente como traviesa .Así que mientras les ponía el cinturón de seguridad
su mami no dejaba de encargarles se portaran bien conmigo, pero sus miradas traviesas me veían de manera
conspiradora.
Apenas a unas
calles de haber salido me detuvo un oficial de policía motociclista. No me había
percatado que Daniela se había quitado el cinturón y venia bailando en el
asiento
-Que pasó señorita, ¿Ya sabe porque la detuve?
-Si oficial disculpe, no me di cuenta, las niñas son muy
traviesas
Daniela asomaba su
cabecita diciéndome:
-No tengas miedo maestra,
los policías solo atrapan a los rateros(ladrones), verdad señor policía?
Pero hay corazones
metalizados a los que las ocurrencias o bromas de los niños no los ablandan en ningún
modo, así que al ver el rostro molesto del oficial, senté a las niñas dándoles
un taquito y un jugo para que calmaran su ansiedad y mientras engullían la
comida atendí al oficial.
-Verá oficial, el cinturón le queda muy grande a las niñas pero ya mismo las siento y lo
ajusto bien.
De pronto el oficial parecía no prestar atención a mis palabras y directamente me preguntó
-¿En qué trabajas?
-Soy Educadora, trabajo en jardín de niños
Y regalándome lo que él pensaba era su mejor sonrisa me dijo
al tiempo que fingía tomar nota en su
libreta:
-Pues si eres una mujer inteligente ya verás
la forma de cómo arreglarnos.
Entonces bajé del
auto y le respondí:
-Así es oficial tiene usted razón, soy muy inteligente, trabajo
como educadora y ¿sabe? Cuando les hablo a mis niños de los oficios y toco el
tema de su profesión, trabajo mucho los valores, lo hago con mucho énfasis, porque quisiera que si el día
de mañana llegan a ser policías no
caigan en la corrupción, sino por el contrario ejerzan su profesión con
honestidad y valores, con honor.
Poco a poco mientras yo terminaba de hablar el oficial iba
levantando el rostro de su libreta y
cuando vi su semblante furioso me dije
MARIA DEL SOCORRO DUARTE PORQUE NO GUARDASTE SILENCIO POR UNA VEZ EN TU VIDA Pero sorpresivamente su rostro molesto se fue
suavizando con una sonrisa y entonces me dijo:
-Puede continuar su camino maestra.
-“Mana” * tenia razón maestra-dijo Sofía con una gran sonrisa-los
policías solo atrapan a los rateros
-Si Dani tiene razón J
Daniela se regocijaba sonriendo mientras bebía de su jugo y fingía no escucharnos.
Después del pequeño susto
de que el incidente hubiera pasado a mayores, y ya bien aseguradas las pequeñas
con los cinturones de seguridad continuamos nuestro camino rumbo a
la escuelita entonando una canción
Los lugares tú vigilas muy bien
Y si alguien se porta mal
El policía muy valiente será.
Los valores hay que proteger
La justicia que salga triunfante
Pero lo mas importanteeeee
Es tener le valor del deber, es tener el valor del deber…”
En tiempos lejanos la palabra lo era todo. Valía incluso más
que el dinero, cuando alguien dudaba de que realizaras algo, bastaba decir TE DOY MI PALABRA DE HONOR y no se necesitaba mas, bueno eso me contaba
mi padre. La palabra y el honor lo eran todo. Mi padre era un hombre de palabra y sólidos
valores, sin embargo fue traicionado en muchas ocasiones. Mas era un hombre de mucha fe, él siempre me
decía, nunca pierdas la fe , los sentimientos y las
circunstancias pueden cambiar de un momento a otro. Y seguido me digo “Padre tenías razón”
que en sendas de sombra y flores
seas un hombre, con honor.
¡No te venza el cruel dolor…!!!
Y si el mal llega hacia ti
que en sendas de sombra y flores
seas un hombre, con honor…!!!
*Mana:Según el vocabulario de Sofía significa hermana J