💖Presentimientos...De un corazón partido💖

     

       Sanar de un duelo lleva su tiempo, incluso hay quienes no logran  hacerlo. Había tardes en que me enclaustraba en la torre del Hubiera y me decía…”Si al menos hubiera valorado el amor de Ricardo…” “Si le  hubiera correspondido”  “Si no hubiera perdió tanto tiempo con mis dudas...”  “Hubiéramos sido muy felices, porque él me amaba…” Pero, como sabes EL HUBIERA NO EXISTE.  Entonces ya resignada. Resurgía cada día luchando por vivir.

             Aquella mañana estaba en el Banco haciendo unos trámites, entonces la casualidad asestó su peor golpe, la vi llegar, Viviana, una compañera de trabajo de Ricardo, bella, soberbia, tan brillante como sus finas zapatillas. Un calor recorrió mi ser y el dolor  se amargó en mis labios.  Viviana había aparecido en el sepelio de Ricardo ostentándose como su pareja…Mas yo en el fondo quería creer que él si me había amado, porque nadie en el umbral del cielo puede mentir o sí?

Ella se acercó para decirme con esa risa llena de ironía.

-Hola María

-Viviana

-Qué bueno que te encuentro deja te entrego esto

     Entonces sacó un juego de llaves de su bolso y poniéndolas en mi mano me dijo asestando el golpe final y mutilando mi corazón

-Son las llaves de nuestro departamento, si sabias de lo mío con Ricardo ¿No? El  me lo pagaba, eso y otras cosas más…Quizás quieras conservarlo-y dejándome su burlona risa se alejó quedándome  paralizada ante las miradas curiosas de quienes estaban a mí alrededor, llena de vergüenza, dolor y amargura  arrojé las llaves al cesto de basura y Salí.

            Ése día recorrí la Ciudad sin rumbo fijo, mi mente y alma llena de dudas…En ese tiempo sólo había una persona que podía ayudarme, así que me dirigí al Santuario.

-¿Se encuentra  La hermana Río...?

-Está haciendo sus oraciones.

-No importa Madre Loreto, la esperaré.

      Esperé  a las afueras del Santuario por poco más de una hora sentada en mi auto mientras un infierno se desataba en mi mente, imaginaba a Ricardo y Viviana besándose, burlándose de mí, amándose, reproché  a los cielos una y otra vez “Porqué Ricardo. Porqué…Cuantas veces no te habrás reído de mi….Porqué….!!!”

-María…Que sucede-Era la hermana Río, bajé del auto abrazándola, entregándole  mi resistencia y mi voluntad

-No puedo reponerme hermana Río, no puedo.

        La hermana Río ha sido la religiosa más dulce y noble que haya conocido. Me escuchó, fue mi paño de lágrimas  y cuando por fin terminé de contarle el desagradable encuentro  con Viviana me tomó de la mano y me dijo:

-Está bien, no eres de piedra, éstos hábitos no me hacen ignorante al sufrimiento del amor y de la vida, te llevará tiempo sanar por completo. María, no seas tan dura contigo, es normal que sientas coraje, que grites al “cielo” tu dolor, es normal caer y llorar. Mas, de lo que dices de Viviana, no les des el poder a otros de que te derrumben…No lo permitas, recuerda que el mal toma cualquier forma, lo que sea que esa mujer te diga Ricardo ya no está para defenderse…La lucha entre el bien y el mal está latente en cada minuto de nuestros días, resguárdate, son tus tiempos de prueba.

             Después de esa tarde, comprendí que lo único que podía ayudarme a salir y liberarme de esa gran decepción y esa angustiante duda que me quemaba era la fe en mi Dios. Me ofrecí a un voluntariado con la hermana Río, entre semana era preparada junto con otras mujeres por el sacerdote del Santuario, los fines de semana marchábamos  a difundir el mensaje de la sagrada palabra, la colonia donde me tocaba dar la  doctrina estaba bastante  retirada de casa y decidí que debía dar más de   mi humildad así que me iba y regresaba caminando.

              Era una Colonia inhóspita, de jóvenes que sólo sabían delinquir, de miradas en las que solo  se filtraba el dolor, no el de la decepción, sino uno más profundo, el de un alma en caída libre hacia  a los vicios y su  perdición, llenarlos de esperanza al escuchar sus rebeldías, saber que  se sentían comprendidos, hacerles ver que después de todo no es tan mala la vida, alimentaba mi alegría.

           Y  ¡volví...! Porque el corazón por  muy irreparable que parezca, milagrosamente, el corazón vuelve  a reconstruirse, a envolverse en cálidos   sueños, listo, limpio, dispuesto a volver amar.

       Por dos años ininterrumpidos ofrecí mi servicio al santuario y fueron dos años en los que mi fe se fortaleció .En los que me perdone por recriminar  a la vida tanto dolor por un amor cuando hay tantas desgracias y sufrimientos mayores a mí alrededor. Sí, muchas veces creemos el mundo cae sobre nosotros, sólo hasta que vemos a los lados y nos  damos cuenta que hay verdadero dolor, más allá del corazón.      La hermana Río me enseñó que hay días de grandes pruebas, que el mal se presenta en diferentes formas, sí, que  el diablo viste a la moda, mayormente hoy cuando hay quienes ya ni siquiera creen en Dios.

       Yo...No soy una experta en el amor,pero si se que el amor siempre es y será de la vida el mejor de los motivos,  si sé de fe…Si sé de creer, puedo decirte que tengas fe….Que eres GRAN DIOSA…Y GRAN DIOSO, Que si por amor hoy has caído, veas a tu alrededor que hay en el mundo mucho más dolor, que un corazón partido.    

             

 SUBLIME AMOR   (Fragmento)

Dueño y señor de mi vida

bálsamo de fe y amor

esperanza que cautiva

y ennoblece mi dolor.

En ti el amor es perdón

porque es sabia tu virtud

porque colmas mi inquietud

con tu santa bendición. 

El nombre de mi amiga religiosa lo cambié por respeto a su vida y a la Congregación a la que pertenece,actualmente ella viaja en Misiones por toda Latinoamérica.