💖Ellas y yo💖

      

      Papá tuvo además de mis hermanos dos hijas. Si, alguna vez te hablé de ellas. La mamá las envenenó en contra de papá y  no sólo no lo quisieron sino que además lo habían ofendido  siempre que  él había querido acercarse .Si, ellas, al faltar papá, no tardaron  mucho en aparecer en  mi vida y no precisamente para hacerme sentir querida.

      En ése verano. En un evento de fin de cursos de  mi trabajo las vi. Sentadas en las primeras butacas del teatro. Justo al lado donde yo debía subir a mis alumnos. No supe cómo llegaron ni si alguien las había invitado. Es increíble la astucia que tiene el ser humano cuando desea hacer todo el daño.

            Yo debía subir a cada uno de mis alumnitos para que recibieran su Diploma. Ellas estaban muy cerca a la subida del estrado. Cuando subí a acompañar al primero de mis alumnitos   soltaron una silenciosa y aguda  carcajada. Yo… fingí no escucharlas.

      Subí nuevamente a acompañar al siguiente de mis alumnos y nuevamente se rieron hablando entre ellas. Yo… fingí no escucharlas y no conocerlas, al subir al siguiente alumno volvieron a reírse con tal burla que sentí una gran aflicción, una gran decepción de verlas llenas de rabia y amargura.

           Mas cerré mis ojos y respiré hondo, no quise verlas como las maléficas  que pretendían ser, busqué en mi corazón y decidí  verlas como mujeres equivocadas que se creían despojadas de un amor que siempre tuvieron y no valoraron, las vi como las hijas de un hombre extraordinario. 

          Busqué en mi corazón y  decidí verlas  como hijas del hombre que dedicó su vida a enseñarme a amar y a luchar. Pero también me hizo impulsiva, arrebatada como él y en un arrebato pedí al maestro de ceremonia el micrófono y hablé:

-Quiero agradecer la presencia de mis hermanas Fanny y Carmela por acompañarme en este gran evento, un aplauso para ellas... ¡Gracias hermanas…!! ¡Espero lo disfruten…!!!

       Siempre he sido muy querida por mis alumnitos y sus padres así que todos les brindaron un estruendoso aplauso mientras ellas  me veían enmudecidas del asombro.

       Y yo, yo respiré tranquila y pude realizar mi trabajo, en paz.

        “Gracias papá, porque en mi nunca sembraste  el rencor. "

   

        Si, a  veces, debemos buscar en el corazón, otra razón, si otra razón para comprender a quienes nos hieren, para dejarlos pasar de largo y no permitirles nos  oscurezcan  el alma con  su  rencor.