💖Luces amorosas💖

      

      Clara -oscura…Luz y sombra así era mi vida al lado de Christian….días radiantes en que con su buen humor podríamos sobrellevar la imagen de la pareja perfecta al exterior sin seguir dañándonos a solas y días oscuros en los que deseaba desaparecer, pero al mismo tiempo  recordaba que no tenía a donde ir, tampoco  podía regresar a casa como una niña desvalida, decirle a mis padres que había fracasado, que me había equivocado, mi viejo se moriría de tristeza, adoraba a Christian  se ufanaba diciendo a los cuatro  vientos que su hija era muy afortunada y feliz, felizmente casada.

      Los cambios de humor en Christian me alertaban, me ponían muy mal, ya había enfermado meses atrás por el estrés y me horrorizaba recaer y quedar invalida para siempre así que decidí, como decimos por acá “tomar al toro por los cuernos” y ésa tarde, aprovechando  uno de sus momentos de calmado humor, sentados en la sala, tranquilamente, le dije:

-Mira…yo al igual que tú lamento todo lo que ha pasado, te agradezco que sin haber nada entre nosotros me permitas vivir aquí, sé que resulta algo incómodo….Pero no tengo a donde ir, no quiero regresar a casa de mis padres.Papá ha quedado delicado de sus operaciones y aunque sé que al regresar él me recibiría con todo su amor, le partirá el corazón saberme sola.

-Te sientes mejor engañándolo, haciéndole creer que  somos un matrimonio perfecto,no será que te preocupa que se dé cuenta que su hija miente, que eres una farsante.

-No me agredas por favor, lo que quiero es pedirte un poco de tiempo, ya estoy haciendo los trámites para la compra de una casa….Será cuestión de uno o dos meses.

-Y yo quiero pedirte que respetes esta casa, ¿Qué crees que piensen de mi la gente que te ve llegar de madrugada? ¿Tampoco eso puedo decirte?

-Yo te  juro por mi padre que nunca, nunca te he engañado…..A pesar de que no hay nada entre nosotros, nunca te he fallado.

-No te creo….Pero tu padre  ha sido muy bueno conmigo y me ha tendido la mano cuando ni mi propia familia lo ha hecho así que está bien, puedes quedarte a vivir aquí el tiempo que necesites pero bajo mis condiciones

-Lo que sea, te escucho.

-No podrás tener ninguna relación amorosa con nadie, si veo algún hombre trayéndote  o viniendo a por ti en ese mismo momento te vas y no quiero llegadas de madrugada.

-Mira, está bien, es tu casa tus reglas, pero lo último de llegar de madrugada, sabes de mis viajes a la Sierra, son  viajes largos de muchas horas y no pienso dejar de ayudar  a mis indígenas así que  si ésa parte no la entiendes…

.No, está bien,da igual

       Después de esa conversación el abismo entre Christian y yo se hizo insalvable. Dicen que cada persona que llega a tu vida para bien o para mal siempre te deja una enseñanza y es cierto, la indiferencia y decepción de Christian desgarraban mi corazón, no porque lo amara, sino por la impotencia de aceptar sus condiciones por necesidad y que aún repitiéndoselo mil veces su pragmatismo no le permitiría entender mis razones y mi conducta que para él eran reprobables, con eso aprendí que es inútil desgastarse ,argumentando y justificando con quien no valora tus palabras, que agitas y entristeces tu alma de manera innecesaria….Que cuando alguien te ofende debes escuchar pero sin oír….que cuando el príncipe se vuelva tu verdugo debes mandarlo a un reino muy muy lejano J

    Ese día después de haber hablado con Christian, me fui a al estudio que ya se había vuelto mi recamara y decidí que era un momento de rescatarme si quería continuar con fuerza los empates que vinieran, me puse los audífonos, tomé mi poemario y empecé a traer bellos recuerdos.

LUCES AMOROSAS

Una estrella fugaz me sonreía

y mis ojos, mis labios, mi todo la deseaban

entonces las estrellas hermosas,

verdes, de tus ojos,

se posaron en mi alma,

como sombra de luna bajo el agua.

Era maravilloso retenerte

sobre el cauce moreno de mis manos

y contemplar tu brillo incandescente,

quemarme en el beso al apretar tus labios.

Eras la estrella o un trocito de ella

o el corazón de aquél noble guerrero

acaso el fuego, la pasión del maya

que al toque de mis ansias despertabas.