💖Alma de mi poemario💖

Sabes?  Hay quienes dicen que Dios creó primero al hombre porque “echando a perder se aprende”…y por tanto cuando creó a la mujer su obra salió mejor, yo no comparto esa opinión, te extrañara que diga eso cuando he sido la menos beneficiada del género masculino, pero es que he visto a mi alrededor hombres buenos, nobles, gentiles, trabajadores…y el hecho que a mí me haya ido mal no significa que siempre sea así, eso y que por fortuna en mi corazón no hay cabida a la amargura, he seguido el ejemplo de grandes mujeres  como mi madre ,mis tías y mi  abuela. Ellas han caído llenas de dolor ante la pérdida del ser amado,  pero se han levantado  y mantenido fuertes, y saben disfrutar de momentos de gran alegría.

     Mi Abuela encontró su verdadero amor, mi abuelo fue un hombre tan atractivo como maravilloso, la hacía plenamente feliz, pero, murió debido a una negligencia médica o porque como dice mi madre, era su momento, dejó  a mi abuela aún muy joven y con sus hij@s  pequeños, recuerdo haber visto a un señor en dos ocasiones trayéndole un ramo de flores pero luego ya no volví a verlo…Mi abuela ya nunca volvió a casarse, creo que mi abuelo la amó tanto que ella  no necesitó más…Pero su vida fue muy dura, siendo de  las primeras pobladoras del  Estado, pionera  e idealista…bajo un indomable  territorio indio ,  mis  ti@s  se criaron  teniendo a los   coyotes  y serpientes…como sus juguetes. Contaba mi abuela que  mi madre había aprendido a nadar los cuatro años colgando del cuello de un coyote en el río. Increíble verdad.Esos son mis ancestros…la vena de mi inspiración, la esencia de mi corazón, valentía ante lo indómito y resignación ante lo inevitable, a ella, a mi abuela, a su memoria, dedico este poema.

ALMA DE MI POEMARIO

A ti te quiero

musa sencilla de virginales sueños

un día de enero,

¡princesita sufrida de los cuentos!

Rosa roja de pétalos rendidos

por gotas de rocío de ayer

florecita inclinada color vino…

de espinas que se duermen en mi piel.

Primorosa fragancia olor a nardo

ninfa de los arroyos subterráneos,

mar de llanto que me enternece toda

y a quien por su nostálgico ondular

mi ser adora.

A ti te quiero

humilde campesina de mis versos

ojos de ángel y brisa de invierno

que captura mis ansias y desvelos.